La elección presidencial del 2012: En tiempos económicamente difíciles, la esperanza viene de la lucha popular y el cambio viene de las calles
Tres años después del fin oficial de la recesión, los tiempos difíciles económicos siguen. La ruina fiscal amenaza a muchos trabajadores. Uno de cada tres niños vive en una familia en que ninguno de los dos padres tiene trabajo de tiempo completo todo el año. Escandalosamente, los banqueros siguen aprovechándose de bonos después del rescate de los bancos financiado por el pueblo. Los ricos — el 1% — están viviendo vidas de lujo mientras los trabajadores tienen que luchar solo para sobrevivir y encontrar trabajo. La economía estadounidense está estancada y amenazada por la creciente crisis económica en Europa. La gente está frustrada por la crisis económica y legítimamente enojada con los políticos de los dos partidos.
Pero hay mucha esperanza que viene de las luchas populares que han surgido en los últimos 10 años. Primero surgió el movimiento anti-guerra en contra de las guerras de Bush en Irak y Afganistan. Entonces el primero de mayo 2006 los inmigrantes salieron a las calles en megamarchas en numeros historicos, con millones de chicanos, mexicanos, centroamericanos y otros inmigrantes marchando en las calles en todo el país. Estudiantes que participaron en estos dos movimientos después empezaron a exigir derechos educacionales en sus campus, organizando en contra de los crecientes costos de la matrícula y la creciente deuda estudiantil. Los afro-americanos salieron a votar en los números más altos en la historia y salieron a celebrar la elección de Barack Obama in 2008, mientras el movimiento en contra de la brutalidad policial alcanzó altos niveles exigiendo justicia para Trayvon Martin. Los trabajadores en Wisconsin, Ohio y otros estados se movilizaron en contra de los ataques de los republicanos en contra de los trabajadores públicos y los sindicatos. Inspirados por la Primavera Árabe, el movimiento Ocupar Wall Street surgió para echarle la culpa de la crisis económica justo en el 1% de los más ricos y exigir reformas democráticas. El movimiento Ocupar ganó el apoyo de las masas hasta que una campaña nacional de represión policial corrió el movimiento de las calles.
Estos movimientos representando diversos sectores y masas oprimidas del país son una amenaza para la clase pequeña de ricos quienes dominan la economía y dictan a los políticos. Los ricos viven en temor del poder del pueblo y activamente utilizan la policía, el FBI y las cortes para aumentar la represión política. Debemos mantenernos firmes en el conocimiento de que la única manera de hacer los cambios fundamentales es seguir construyendo estos movimientos, y que las elecciones nunca han sido y nunca serán el vehículo para hacer cambios fundamentales.
Los partidos del 1% se reunirán
Es en este contexto que los demócratas y los republicanos — los dos partidos del 1% — están convocando sus convenciones para nombrar oficialmente sus candidatos presidenciales para la elección del 6 de noviembre. Nosotros hacemos una llamada al pueblo a construir las luchas populares y a protestar en las calles. SI quieres paz con justicia, si quieres un trabajo, cuidado de salud, la educación y la igualdad, te invitamos a unirte a la protesta afuera de la Convención Nacional Republicana el lunes 27 de agosto en Tampa, Florida. Unos días después de esta protesta, más personas van a unirse a la Marcha Contra el Wall Street del Sur durante la Convención Nacional Demócrata en Charlotte, Carolina del Norte. Hay elecciones cada dos años en que los dos partidos cambian lugares, pero los movimientos populares — particularmente la alianza estratégica del movimiento de la clase trabajadora y los movimientos de las nacionalidades oprimidas (afroamericanos, chicanos, y otras nacionalidades oprimidas) pueden ganar no sólo reformas sino que el cambio radical que ningun politico vendido puede llevar a cabo.
El peor de los dos malos
El presidente Obama va adelante del republicano Mitt Romney en la mayoría de las encuestas y los analistas tienden a pensar que Obama ganara la elección. En el sistema bipartidista en este país, el candidato con más dinero casi siempre gana y Wall Street siempre gana. Podemos ver una muestra de que Wall Street siempre gana con la designación de Obama a Timothy Geithner como el secretario del tesorero del país aun después de la crisis económica del 2008.
Sin embargo eso no significa que la persona que está en la Casa Blanca no tiene impacto real en las condiciones reales de la lucha popular y las condiciones de la vida diaria del pueblo. A veces los movimientos populares están más activos cuando sienten que es posible ganar reformas. Es un hecho que Romney y los republicanos son agresivamente reaccionarios en comparación con Obama y los demócratas. El estado de Wisconsin bajo gobernador Walker o el estado de Florida bajo gobernador Scott comprueban eso.
Los republicanos son los peores de los dos. Representan a la sección más reaccionaria y racista de la clase capitalista — los millonarios y billonarios que tienen el verdadero poder en este país. Romney complace a la base anti-mujer, anti-gay y racista del partido republicano en los asuntos sociales. Mitt Romney quiere más gastos militares, más guerra y más ocupaciones militares, especialmente en el Medio Oriente. Romney quiere privatizar servicios gubernamentales o quiere cortarlos completamente y quiere recortar y dejar más personas sin trabajo como hizo en su compañía Bain Capital.
Cuatro años de Obama: los jóvenes rechazados, los movimientos reprimidos
Cuando McCain fue derrotado en la elección del 2008, un factor grande en su derrota fue el voto de los jóvenes. La gente entre 18 y 29 años de edad que votaron dio su voto en gran número a Obama. Eso ahora es la causa de un dilema para el presidente Obama en la elección del 2012 porque no hizo lo que prometió que iba a hacer para los jóvenes. Aunque líderes del partido demócrata dicen que la mayoría republicana en el congreso bloquea a las iniciativas de Obama, nosotros recordamos que los demócratas tenían mayorías en la Casa de Representantes y en el Senado por los primeros dos años de la presidencia de Obama.
Viendo la situación actual, es claro que aunque la ocupación de Irak ha terminado, la guerra en Afganistan sigue y ataques estadounidenses contra otros países en el Medio Oriente siguen creciendo. La cárcel de torturas en Guantánamo permanece abierta, el Acta de Autorización de Defensa de la Patria (NDAA por sus siglas en inglés) ahora permite la detención militar de ciudadanos estadounidenses, y más inmigrantes están siendo deportados ahora que bajo la administración de Bush y no hay progreso en el congreso sobre una legalización. Inmediatamente después de la elección del 2008, los demócratas desconocieron la propuesta de ley promovido por los sindicatos que hubiera facilitado el proceso de sindicalización para los trabajadores, y la reforma de salud que aprobaron beneficia principalmente a las corporaciones de seguro médico y las compañías de drogas, no a los pacientes.
Los activistas y líderes estudiantiles y juveniles están enojados sobre la represión del gobierno contra el movimiento Ocupar Wall Street cuando sacaron a los activistas de este movimiento de los espacios públicos y de los parques que ocuparon a través del país. Esta represión vino después de la represión contra las protestas de la Convención Nacional Republicana en 2008 y las redadas del FBI el 24 de septiembre 2010 contra los organizadores de las protestas de la convención republicana en 2008 y contra otros activistas anti-guerra. Todo el movimiento está enojado con el creciente uso de tácticas violentas por la policía para lastimar manifestantes como lo que ocurrió en la protesta contra OTAN en Chicago este año. El gobierno está usando tácticas represivas con más frecuencia como las redadas, las citaciones legales y otros procesos legales en las cortes para criminalizar el activismo político y tildarlo como el ‘terrorismo’. Esta represión está alejando los activistas aún más de los demócratas y de las elecciones.
¿Que hacer?
Sabemos que muchos activistas en los sindicatos, mucha gente de los movimientos afro-americano, chicano y de otras nacionalidades oprimidas, y secciones del movimiento anti-guerra y activistas luchando por los derechos de los inmigrantes probablemente van a seguir votando por el candidato menos mal de los dos malos. Pero creemos que las condiciones son buenas en este ciclo electoral para enfatizar que el sistema electoral en este país tiene dos partidos que representan la misma clase dominante y para hablar del hecho de que el sistema actual no es una democracia verdadera y no es suficiente. Creemos que todavía es importante que los progresistas vayamos a las urnas para votar en contra de los ataques sobre los derechos democráticos como las iniciativas en varios estados para restringir el voto a personas que solo tienen cierta forma de identificación, y las iniciativas como enmiendas constitucionales anti-gay. En términos del voto en la elección presidencial, es mejor votar en contra de Romney, especialmente en los estados donde la elección está muy cerrada. En otros estados como California no es probable que los republicanos ganen. En estos casos sería positivo tener un voto fuerte para terceros partidos.
Nuestro mensaje principal es que las elecciones no son el vehículo para lograr un cambio verdadero. La decision legal en el caso de “Citizens United” que las corporaciones pueden libremente y abiertamente comprar los políticos hace más claro que nunca lo que siempre ha sido la realidad — los que tienen el oro hacen las reglas. Durante este ciclo electoral los progresistas debemos enfatizar y hablar de los problemas orgánicos de este sistema y debemos seguir movilizando y exigiendo cambios de los políticos de los dos partidos. Tenemos confianza que es la lucha popular no las urnas que nos traerá un futuro mejor.
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