Entrevista a Frank Chapman: “Charlottesvilles encendió la chispa”
Por: Redacción
Traducción: Edward C. Tolentino
La Alianza de Chicago contra la Represión Racista y Política (CAARPR por sus siglas en inglés) se ha estado organizando por décadas contra los crímenes policiales. Desde el 2012, están liderando una campana por el control comunitario de la policía. También han organizado varias protestas contra Donald Trump desde que fue electo. El editorial ¡Lucha y Resiste! entrevistó a Frank Chapman, organizador de la Alianza, sobre la situación en los Estados Unidos después que la manifestación de ultra derecha en Charlottesville, Virginia terminara en violencia.
¡Lucha y Resiste!: La alianza lleva condenando los ataques a los derechos democráticos de la administración de Trump desde que esta tomó el poder en noviembre, ¿qué cambió después de Charleston?
Frank Chapman: Sabes, Lenin habló de una chispa, de hecho, la revolución rusa tenía una publicación llamada Iskra (La Chispa). La chispa es un momento que agita la creación de una respuesta masiva a las acciones del sistema que grotescamente violan los derechos humanos o intensifican el sufrimiento humano. Lo ocurrido en Charlottesville fue una chispa, mira lo que ha ocurrido: una activista anti racista fue vilmente asesinada y el pueblo respondió de forma masiva contra lo ocurrido.
No digo que la respuesta fue mayor que las movilizaciones contra los asesinatos de Michael Brown, o Eric Garner, o Philando Castile, las cuales también produjeron movilizaciones masivas, sin embargo, esto fue diferente ya que la casa blanca estuvo involucrada. El presidente de los Estados Unidos se negó a reconocer que lo ocurrido ese día fue un atentado terrorista, y esa es la diferencia cualitativa de los hechos.
Cuando Trayvon Martin fue asesinado, el presidente Obama dijo, “Ese pudo haber sido mi hijo o incluso pude haber sido yo mismo cuando joven”. Incluso cuando ocurrió la masacre en la iglesia AME en Charleston, Carolina del Sur, Obama se reunió con el pueblo. Lo que quiero señalar es que, aunque no estuvimos totalmente de acuerdo con sus respuestas, el presidente Obama nunca dijo que estos hechos no fueron actos terroristas.
El presidente Obama tampoco hubiera dicho esto sobre los crímenes policiales, pero Trump ya les ha dicho a los cuerpos policiales de todo el país que se pueden quitar “los guantes de seda” y que llegó la hora de utilizar el puño de hierro. Tanto en su campaña como durante el tiempo que lleva en el poder, Trump promueve constantemente los tambores para una guerra racial y quiere hacer caer truenos sobre nuestros pueblos.
Charlottesville fue un ejemplo extremo de lo que promueve el actual presidente. Por lo tanto, cuando ocurre el ataque, su respuesta correspondió al programa que había estado promoviendo durante todo este tiempo. Esta es la forma de hacer “américa grande de nuevo” (“Make American Great Again”).
Este acontecimiento fue definitivamente un punto decisivo para el movimiento. La diferencia entre este y otros crímenes racistas, perpetuados mayormente por la policía, es que no han habido demandas directas. Las únicas demandas han sido “Encarcelar los policías asesinos” o “Alto a los crímenes policiales”, “No más impunidad”. Este movimiento tiene objetivos con implicaciones políticas mucho más profundas.
Hay que derrumbar todas las estatuas de la época de la confederación. Hay que derrumbar todos los vestigios de la esclavitud que han estado atormentando a nuestro país desde la guerra civil, y crear un frente de lucha contra la supremacía blanca. Esta lucha debe ser mayormente liderada por nuestros hermanas y hermanos blancos angloamericanos y creo que es un buen inicio. Hay veces que el desarrollo de los acontecimientos logra alcanzar avances por los cuales el movimiento lleva años luchando. “Existen décadas en donde nada ocurre y existen semanas donde ocurren décadas” así lo describió Lenin, el líder del partido bolchevique. Llevamos años luchando a paso de tortuga por la unidad de negros y blancos. Nosotros, el pueblo negro, lo reconocemos.
Esto va mas allá de la cuestión de si puede o no puede haber unidad entre los negros y blancos, que sin duda alguna la puede haber y esto lo demuestra. Este movimiento sigue siendo liderado por la comunidad negra, afroamericana. ¿Quiénes fueron los primeros en tomar las calles? El movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan) en la ciudad de Ferguson. Fueron los afroamericanos, urbanizados y de clase obrera, quienes fueron los primeros en reaccionar y responder. Fue ahí donde inicio la rebelión. Los angloamericanos se incorporaron a la rebelión desde sus inicios y los aliados blancos siempre han estado presentes en todas las manifestaciones que hemos tenido en Chicago, pero no en la cantidad y en la forma que estamos viendo ahora.
El movimiento ahora tiene una nueva consigna: Somos la mayoría. Esto implica dos cosas; primero, reconoce que Trump es un presidente electo por una minoría, y segundo, que la mayoría de las personas en el país no apoyan su agenda racista. La izquierda lleva décadas luchando por unidad, porque sabemos que siempre ha existido. Sin embargo, esta es la primera vez que esta consigna aparece de forma espontánea de las masas del pueblo angloamericano. Nuestro trabajo ahora está en unificar a la mayoría para derrotar a una minoría.
¡Lucha y Resiste!: ¿En la ciudad de Chicago existe el mismo problema de supremacía blanca como en Virginia?
Chapman: En Chicago existe el mismo problema que existe en todo el país con relación al racismo institucional. Sin embargo, la ciudad de Chicago es también el epicentro de la lucha contra los crímenes y la tortura policial en los Estados Unidos.
El instrumento indispensable de la supremacía blanca es el crimen y la tortura policial. Hemos avanzado la lucha a tal punto, que si logramos esta victoria ganaremos una victoria en todos los frentes. Ya que, lo que mantiene, consolida e intenta estabilizar la opresión del racismo sistemático es la policía, las cárceles y el sistema carcelario. Este sistema de opresión ha estado dirigido principalmente contra el pueblo afroamericano en términos de la guerra contra las drogas, la guerra contra el crimen, o bajo cualquier otro instrumento con el cual se esté operando.
Es importante que obtengamos una victoria con el enjuiciamiento, la condena y encarcelamiento de Jason Van Dyke, el policía que mató a Laquan McDonald en Chicago. Necesitamos también obtener el control comunitario de la policía con la aprobación de nuestra propuesta de ley para un consejo civil electo de responsabilidad policial. Es decir, tenemos ya una ordenanza en el consejo municipal que se encuentra en el comité de seguridad pública, y la aprobación e implementación de esta ordenanza sería una victoria crucial. En Chicago, a nivel práctico del día a día, nosotros continuamos luchando por la construcción de un movimiento para el control comunitario de la policía y por el encarcelamiento de los policías asesinos.
¡Lucha y Resiste!: Tu duraste años dentro del movimiento sindical, ¿Qué importancia tiene el movimiento obrero en la lucha contra los ataques racistas? ¿Como ves la respuesta del movimiento obrero frente a esta crisis?
Chapman: No muy bien, y con esto no me refiero a todo el movimiento obrero. Yo fui organizador sindical del Local 1199 en Nueva York, el cual era conocido como un sindicato de izquierdas dentro del movimiento sindicalista, que duró años organizando fuera del AFL-CIO (federación sindical de los Estados Unidos), y fue un sindicato que siempre defendió la justicia. La mayoría de los miembros eran afroamericanos y latinos. Ellos demostraron que, si el movimiento obrero se involucra, puede elevar la lucha a un nivel superior, ya que los obreros pueden detener la economía. El movimiento obrero nos puede ayudar al dejar de invertir en bancos que pertenecen a directivas de consejos policiales. El movimiento obrero puede hacer mucho por la lucha.
La mayoría del movimiento obrero no está haciendo nada y lo que dice Trumka es solo retórica, igual los consejos centrales obreros tampoco dicen nada. Dime de un solo consejo central obrero en los Estados Unidos que se haya declarado y movilizado en contra de la supremacía blanca o en contra de los asesinatos injustificables por parte de la policía. Aunque el consejo estatal del AFL-CIO aprobó una resolución sobre lo ocurrido en Ferguson, esto fue iniciado por una coalición de sindicatos afroamericanos en la ciudad de St. Louis. Yo conozco a los compañeros y compañeras que están ahí, yo fui parte de esa organización, pero en términos de AFL-CIO, que yo sepa, lo único que tenemos es un escritorio en Washington. Puede haber una declaración de vez en cuando condenando algún ataque racista en particular, no tenemos ningún problema con eso, pero la solidaridad debe aumentar.
En Chicago, la participación del movimiento obrero en la lucha por el control comunitario de la policía y la lucha por la justicia de las víctimas de tortura es vergonzosa. La única forma de poder superar esta vergüenza es en la práctica, involucrándose. ¿Y por qué no? El movimiento obrero está siendo atacado como nunca y no vamos a poder vencer estos ataques si no organizamos a los obreros que no están sindicalizados. No vamos a poder superar estos ataques si no nos unimos a la lucha histórica por la justicia de las comunidades afroamericana, latina, e indígenas de este país.
¡Lucha y Resiste!: Tú has sido un comunista que ha estado involucrado en el Movimiento por la Liberación Negra por más de 50 años. Desde los años 1960, los ataques contra los movimientos de liberación nacional, el movimiento obrero, el movimiento feminista, el de la comunidad LGBTQ, el movimiento por la paz, y todos los derechos democráticos han retrocedido y empeorado. ¿Como te mantienes positivo sobre el futuro de la lucha?
Chapman: Me mantengo positivo porque he visto lo que puede alcanzar la lucha colectiva.
Históricamente, puedo señalar el Movimiento Abolicionista o la década de 1930, cuando la izquierda organizada, liderada por el Partido Comunista, estuvo a punto de hacer una revolución. También, puedo señalar el Movimiento por los Derechos Civiles de 1960, cuando continuamos la lucha que habíamos perdido después de la Era de Reconstrucción y obtuvimos la Ley de Derecho al Voto. Igual puedo hablar de los exitosos boicots de autobuses en la ciudad de Montgomery. La gente habla de Rosa Park, y aunque ella no fue la primera en negarse a sentarse al final del autobús, es vista como la madre del Movimiento de los Derechos Civiles, ya que su desafiante acto hizo que por primera vez la comunidad afroamericana se unificara y se rehusara utilizar los autobuses. Esto demostró el poder que tiene el pueblo para crear cambios. Nadie de descendencia negra, afroamericana, o africana continúo utilizando los autobuses. Puedo mencionar los trabajadores portuarios de las ciudades de Louisiana y San Francisco, quienes comenzaron el boicot en este país contra Sur áfrica, negándose descargar los barcos. Nadie pudo anticipar que ese movimiento de boicot se convertiría en un gran movimiento de desinversión, y que jugaría un gran papel en la derrota del apartheid (segregación racial) en Sur áfrica.
Recientemente, una gran razón por la cual debemos mantenernos positivo es el levantamiento popular de manifestaciones del Movimiento Black Lives Matter y el desarrollo de un foco de resistencia contra los crímenes policiales aquí en la ciudad de Chicago, con la campaña por un Consejo Civil de Responsabilidad Policial (CPAC por sus siglas en ingles). Esta campaña ha convertido a Chicago en el epicentro de la lucha comunitaria por el control policial.
Es entonces mi experiencia de vida que me convence de que un pueblo unido jamás será vencido.
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