Los Ángeles, CA – En una rueda de prensa realizada el 5 de julio, bajo el canto de “Justicia para Edwin Rodríguez”, la familia y abogados presentaron una demanda contra el Condado de Los Ángeles y los vice-alguaciles del Departamento de Sheriffs, Andrew Alatorre y Sandy Galdámez, por el asesinato del joven padre de 24 años.

La rueda de prensa se realizó en la histórica Olivera Street Placita y contó con la asistencia y apoyo de los familiares, abogados, y miembros del Centro CSO (Organización de Servicios Comunitarios de la comunidad de Boyle Heights). Frente a los medios de comunicación latinos y americanos, el público pudo presenciar la energía de la multitud que exigía justicia.

El 14 de febrero del 2016, Edwin Rodríguez fue detenido, golpeado y muerto a tiros por oficiales del Departamento de Sheriffs de Los Ángeles. La víctima recibió 17 disparos, de los cuales 16 fueron mortales, hiriéndolo en la espalda y en la cabeza. El Departamento de Sheriffs afirma que Rodríguez andaba en un carro robado y que encontraron un arma de fuego en el lugar de los hechos.

Sin embargo, ya se ha determinado que el carro en que andaba Rodríguez no era robado y le pertenecía a su madre. Antonio Rodríguez, uno de los abogados de la familia, dijo que “No había razón para detenerlo, además, Edwin estaba desarmado cuando le dispararon y lo mataron”.

Estela Rodríguez, la madre de la víctima expresó “mi hijo era una persona trabajadora, amorosa del arte, y no merecía ser asesinado de manera tan brutal. Nosotros vamos a luchar por la justicia de mi hijo, para que esto no vuelva a ocurrir”. De igual forma, la pareja de Edwin Rodríguez, Stephanie Yánez, también agrego que él era un buen padre y no merecía morir tan joven.

Jorge González, parte del equipo de abogados que está manejando el caso indicó que los oficiales del Departamento de Sheriffs de la ciudad de Los Ángeles no son sometidos ante la ley por los asesinatos que cometen. En la rueda de prensa también estuvo presente Carlos Montes, activista y coordinador Chicano de larga trayectoria del Centro CSO, quien indico que “estos asesinatos policiales han estado ocurriendo por muchos años, y ya se ha convertido en un patrón de abuso y brutalidad contra la comunidad Chicana. Los oficiales del Departamento de Sheriffs del Condado de Los Ángeles son unos asesinos racistas”.

La familia Rodríguez y el Centro CSO exigen que se despida y enjuicie a los vice-alguaciles Alatorre y Galdámez.

Según la demanda, el 14 de febrero, alrededor de las 3:00am, los vice-alguaciles Alatorre and Galdámez ilegalmente detuvieron un vehículo dentro del cual se encontraban el señor Rodríguez y sus dos amigos. En la intersección de la calle Ferris y Whittier Boulevard, en la parte este de la ciudad de Los Ángeles, los vice-alguaciles se acercaron al vehículo con pistolas en mano mientras les gritaban instrucciones. Después de haber sacado a la conductora físicamente del vehículo, los vice-alguaciles procedieron a sacar forzosamente del asiento de pasajeros a Eduardo Rodríguez (Edwin), deteniéndolo en el medio de la calle, donde de forma repentina, sin aviso ni provocación alguna, los vice-alguaciles Alatorre y Galdámez le dispararon 17 veces en la parte de atrás de la cabeza y el torso, causándole la muerte inmediatamente.

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