¡Lucha por el derecho a votar!
Desde 2013 cuando la Corte Suprema con mayoría conservadora debilitó la Ley de Derecho al Voto de 1965, Republicanos y derechistas han intentado pasar más y más restricciones jurídicas al voto. El objetivo principal de estos esfuerzos es reprimir los votos de afroamericanos, quienes llevan mucho tiempo luchando en contra del racismo del Partido Republicano moderno. Estos esfuerzos han incrementado tras la derrota electoral de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 2020 y la victoria de un senador afroamericano en Georgia. Las mentiras de Trump y sus aliados acerca de fraude electoral se han unido a la campaña para suprimir el voto. Su objetivo no es solamente ganar las elecciones del 2022 y 2024 sino también establecer la fundación para anular futuras elecciones si los resultados no les convienen. La supresión del voto de afroamericanos, chicanos y otras nacionalidades oprimidas es el enfoque de estos esfuerzos.
La lucha por el derecho a votar ha formado parte de la lucha por la democracia en los Estados Unidos por más de 150 años. Después de la Guerra Civil y durante el periodo de la Reconstrucción, el logro del derecho a votar para los afroamericanos estableció la legislación más progresista de aquel tiempo. La lucha para abolir la esclavitud y la victoria del sufragio, o el derecho para votar, para los estadounidenses negros fueron catalizadores para la lucha por el sufragio femenino. Al igual, el movimiento de los derechos civiles de hace 60 años, en el cual el derecho a votar constituyo una parte fundamental, motivó otras luchas de parte de chicanos y otras nacionalidades oprimidas, la lucha en contra de la guerra imperialista en Vietnam, y fortaleció el movimiento ecologista. La lucha por la igualdad de las mujeres, la lucha por los derechos LGBTQ, y otros movimientos progresistas han crecido gracias al movimiento por los derechos civiles.
A pesar de que los derechistas fracasaron en las elecciones de 2018 y 2020, están aprovechando los frutos de sus esfuerzos de las últimas décadas por llenar las cortes con jueces derechistas. En junio del 2020, la Corte Suprema ratificó dos leyes que suprimen el voto en Arizona, abriéndole las puertas a este tipo de leyes en otros estados.
Aunque haya personas que desean aislar el movimiento popular al poner el derecho a votar en contra de las luchas de las masas, lo cierto es que manifestaciones populares en las calles ayudan a la lucha por el derecho a votar. La Ley de Derecho al Voto de 1965 fue establecida después de una década de la lucha de las masas por el derecho a votar y la eliminación de la segregación. En 2020, la inscripción de votantes incrementó después de varias demostraciones populares, incluyendo las rebeliones urbanas y la multitud de actos de desobediencia civil después del asesinato de George Floyd.
Sería erróneo poner el derecho a votar en contra de nuestra lucha por el socialismo. Como dijo el revolucionario ruso, Vladimir Ilich Lenin, “debemos exponer y recalcar ante todo el pueblo los objetivos democráticos generales, sin ocultar en ningún momento nuestras convicciones socialistas.” El control comunitario de la policía y el derecho a votar son exigencias democráticas, que son aún más importantes hoy en día porque son exigencias de afroamericanos y otras nacionalidades oprimidas, quienes, junto a la clase obrera, forman el núcleo de la lucha por el socialismo en los Estados Unidos.
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