Los Ángeles, CA – Gritando, “¿Qué queremos? ¡Legalización! ¿Cuándo? ¡Ahora!” un grupo de más de 200 estudiantes de la Universidad de California – Los Angeles (UCLA) se juntó con miembros de la comunidad afuera de una sala universitaria en donde Carl Braun, director ejecutivo del Cuerpo de Defensa Civil de los California Minutemen, tenía planeado hablar el 6 de febrero.

La manifestación fue organizada por miembros del capítulo UCLA del Movimiento Estudiantil Chicano de Aztlán (MEChA), la Asociación de Estudiantes Graduados de la Raza y los Estudiantes por una Sociedad Democrática (SDS), juntos con varios otros grupos estudiantiles y comunitarios. Al principio llamaron la protesta para denunciar a los vigilantes Minutemen y protestar la presencia de su líder estatal en la universidad. Cuando empezaron a difundir los anuncios de la protesta, la administración universitaria canceló la invitación a Braun, expresando preocupación sobre la seguridad – y obviamente con miedo que se repetirá el incidento que se llevó a cabo en la Universidad de Columbia el otoño pasado, en lo cual un grupo de estudiantes interrumpió una presentación por los Minutemen y últimamente los forzaron salir.

Mientras los derechistas de la universidad han atentado decir que la cancelación del evento era una violación de los derechos de los Minutemen, los manifestantes acentuaron que eso no era cuestión de ‘libertad de expresión’. Los manifestantes, quienes representaron una gran variedad de grupos participantes, fueron muy claros: No estaban denunciando un mero grupo de opinión.

“Es una violación de derechos humanos lo que están haciendo estas personas,” dijo Cynthia Flores del MEChA en la UCLA. “Si [los Minutemen] no son asesinos, yo no sé que son.” Erika Coronado, de la Asociación de Estudiantes Graduados de la Raza, describió a los Minutemen como paramilitares. “Sabemos que esta organización es el producto ignorante de una estructura del poder que desea explotar a nuestro pueblo, que beneficia de los bajos sueldos y la miseria de nuestra gente. ¿Y todavía nos deportan, y todavía separan a nuestras familias? No. No lo aceptamos. Estamos en nuestra tierra y no nos botarán de ella,” dijo Coronado.

“Utilizar el racismo para hacerla víctima a una población no es tema de discusión académica,” leyó un informe sobre el evento escrito por el capítulo UCLA de la SDS. “Como Hitler en Alemania pre-nazi, los Minutemen atentan atacar a la gente pobre nacida afuera del país, pasando la culpa por los problemas de la sociedad a unos ‘ilegales’.” Durante la protesta muchos gritaron, “Nosotros no cruzamos la frontera – ¡la frontera nos cruzó!”

El sentimiento de la protesta era uno de victoria. Los organizadores sintieron que, en organizar la protesta, ellos lograron prevenir que un hombre considerado como responsable por los muertos de cientos de trabajadores indocumentados llegara para difundir su mensaje de odio y racismo en la universidad. “Espero que estudiantes de otras escuelas mirarán lo que logramos aquí como ejemplo de resistencia,” dijo Gurujiwan Khalsa de la SDS-UCLA, “igual como nosotros fuimos inspirados por la acción de los estudiantes en la Universidad de Columbia.”

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