Comentario: Elvira Arellano inspira unidad y acciones masivas
Los Ángeles, CA – Yo me reuní brevemente con Elvira Arellano el 18 de agosto en la plaza de la Iglesia Católica en Los Ángeles, después de nuestra marcha por los derechos de los inmigrantes en el Centro de la ciudad. Yo estaba muy cansado, pero al reunirme con ella y Saulito, ellos me emocionaron y me inspiraron.
Ella es una mujer muy fuerte, comprometida por la justicia de 12 millones de inmigrantes indocumentados viviendo bajo los ataques de la administración del presidente Bush. Nosotros pasamos un momento feliz hablando de cómo podemos organizar a Los Ángeles y de la historia de los chicanos aquí, por ejemplo las caminatas que hicieron en el este de los Ángeles. Ella había visto la película de HBO sobre los estudiantes chicanos que luchaban por una mejor educación. Saulito, el hijo de Elvira, me preguntó quien era chicano, y yo le respondí que él era chicano.
El siguiente día Elvira, Saul, Emma Lozano y el Reverendo Slim Coleman pasaron el domingo en la iglesia con las masas de la comunidad inmigrante en Los Ángeles. Ellos se fueron de la iglesia a la 1:30 de la tarde para ir a otras iglesias santuarios, pero a una cuadra después cuatro carros del departamento de Homeland Security, con casi diez agentes armados, los detuvieron y arrestaron a Elvira. A las 10:00 de la noche ella ya había sido deportada hacia Tijuana, México. Ella ha dicho desde Tijuana que va a seguir con la lucha por la legalización y la justicia de las familias inmigrantes.
El arresto de ella fue condenado por todo el movimiento de los derechos de los inmigrantes y ha creado la unidad de aquellos que exigen su regreso, la legalización ahora y el paro inmediato de las redadas, detenciones y deportaciones. Una nueva red unida se ha formado incluyendo la Coalición 25 de Marzo, CHIRLA y los Líderes Religiosos. Ellos llamaron a una protesta masiva el 25 de agosto en Los Ángeles, conjunta con la llamada nacional para protestar en Washington D.C. el 12 de septiembre, la cual también urge un paro laboral y económico a nivel nacional.
Elvira estuvo refugiada en un santuario en Chicago por más de un año para no ser deportada o separada de su hijo. Ella se ha convertido en un símbolo de esperanza e inspiración para millones de inmigrantes y para el movimiento de los derechos de los inmigrantes que lucha por la legalización y la igualdad de derecho.
Carlos Montes es un líder veterano del movimiento de los derechos de los inmigrantes.
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